domingo, 28 de junio de 2015

RE-CORDIS




La palabra” recordar “viene del latín “ recordari” formado del re (de nuevo) y cardis (corazón). Recordar quiere decir mucho más que tener a alguien o algo presente en la memoria. Significa “lo que vuelve a pasar por el corazón”. 

La exposición Re-Cordis recoge un conjunto de imágenes de mis propias vivencias, eventos sumamente cotidianos que pueden fácilmente pasar inadvertidos por la memoria, ellas parten de un interés personal por quedar registrada, que automáticamente pasa a ser fotografiada para tener la imagen que necesito transformar, para desvalijarla de sus detalles y sus formas y convertirla en la esencia de la imagen de un recuerdo. 

Esta muestra consta de 27 obras expuestas en dos salas y espacios alternativos de la galería espacio 5 en la ciudad de Valencia, Edo Carabobo.  La curaduría fue hecha por Desiree Chique y recoge una variedad de pinturas que forman parte del archivo de recuerdos de Rafael Arteaga.  Nos paseamos por una serie extensa de tipos de memoria que dejan ver el interés por profundizar en cada una de estas, por lo menos en un nivel técnico y visual, podemos ver referencias a la memoria de viaje con imágenes de momentos circadianos del viaje, lo que pasa desapercibido,  la nostalgia a través del arte postal y este hermoso y extinto método de comunicación el cual, el avance de la tecnología ha desplazado casi en su totalidad, memorabilias, objetos cotidianos, juguetes de la infancia y recuerdos que se conectan con cada individuo por la imagen que se va derritiendo entre manchas de pintura. 



Inauguración de la exposición "Re Cordis" de Rafael Arteaga

sábado, 30 de mayo de 2015

RE TAZOS DE LA MEMORIA.







                 La serie de "Re Tazos de la memoria" forman parte de un proceso de conexion con una imagen  con la cual se identifica toda una generacion. Estas pequeñas figuritas coleccionables promocionadas por una cadena de snacks, en la cual se podian apreciar fragmentos de la serie animada "Lonney Tunnes" fueron una verdadera marca en la memoria de la generacion de los años 90.

     Una imagen puede reconstruir todo un episodio del pasado, transladarte hacia un tiempo especifico en el cual no puedes determinar los limites del recuerdo, comienzas a reconstruir el rompecabezas, la musica que sonaba en ese tiempo, los amigos de aquel entonces, los amores, los olores, los lugares, todo comienza a partir de ese dispositivo que dispara directamente a lóbulo frontal. 

        En mi caso, pintar los tazos consiste en homenajear ese tiempo que transita en mi memoria, esa ruta por la que me permite viajar esta imagen cada vez que la evoco, poder construirla con las manos es volver a vivirla pero con otra connotación, se vuelve mi ventana hacia donde puedo verme pequeño jugando con mis primos, ruchandonos los tazos.