Sara (fragmento)
acrílico sobre tela
Existe una relación entre
el detalle y el descuido dentro de este trabajo en el cual el accidente juega
un papel importante y significativo debido a que existe una necesidad de
representar el momento en sí, usando como referencia la fotografía que le
proporciona un carácter formal a la representación, más rígido, más figurativo,
pero choca con esta libertad que permite la pintura en la cual se busca acercarse más a la imagen
mnémica que a la misma fotografía, superponiendo mancha sobre mancha, donde la
gota que cae del pincel sobre cualquier espacio del trabajo se integra
perfectamente con la espontaneidad de la ejecución.
La misma acción de rapidez
en la ejecución de la pintura permite esparcir otras zonas de la superficie, en
ocasiones velar espacios de color, en otras acumular el pigmento, el escurrido
de la aguada del fondo, en muchas
ocasiones se come a la figura misma, el goteado provocado por la elaboración de
otra pintura cercana, entre otros casos en el cual no hay una búsqueda del
error, pero es el accidente el que emerge desde el mismo proceso despreocupado
por la territorialidad del color y del soporte.
Después de hacer el dibujo
sobre la tela se procede a distribuir la pintura, este mecanismo permite el
jugar con la distribución del color sobre el espacio, no se sabe en qué lugar
se va a comenzar ni por donde se va a terminar, los colores van surgiendo
espontáneamente a lo largo de la tela dándole paso a los “accidentes” lo cual
son sumamente necesarios dentro de la estéticas y los signos propios de la
pintura mnémica.