viernes, 14 de marzo de 2014

LA MANCHA Y EL OLVIDO





Sara (fragmento)
acrílico sobre tela


Existe una relación entre el detalle y el descuido dentro de este trabajo en el cual el accidente juega un papel importante y significativo debido a que existe una necesidad de representar el momento en sí, usando como referencia la fotografía que le proporciona un carácter formal a la representación, más rígido, más figurativo, pero choca con esta libertad que permite la pintura  en la cual se busca acercarse más a la imagen mnémica que a la misma fotografía, superponiendo mancha sobre mancha, donde la gota que cae del pincel sobre cualquier espacio del trabajo se integra perfectamente con la espontaneidad de la ejecución.

La misma acción de rapidez en la ejecución de la pintura permite esparcir otras zonas de la superficie, en ocasiones velar espacios de color, en otras acumular el pigmento, el escurrido de la aguada del fondo,  en muchas ocasiones se come a la figura misma, el goteado provocado por la elaboración de otra pintura cercana, entre otros casos en el cual no hay una búsqueda del error, pero es el accidente el que emerge desde el mismo proceso despreocupado por la territorialidad del color y del soporte.


Después de hacer el dibujo sobre la tela se procede a distribuir la pintura, este mecanismo permite el jugar con la distribución del color sobre el espacio, no se sabe en qué lugar se va a comenzar ni por donde se va a terminar, los colores van surgiendo espontáneamente a lo largo de la tela dándole paso a los “accidentes” lo cual son sumamente necesarios dentro de la estéticas y los signos propios de la pintura mnémica.

domingo, 9 de marzo de 2014

DE LAS PINTURAS POLAROID



Serie "Polaroid"


Gracias al trabajo que Walker Evans desarrolló desde 1973 con las cámaras “Polaroid”, la presente investigación tomó un giro en cuanto a su presentación debido a la intrínseca relación de la pintura con la fotografía, sobre todo la fotografía instantánea que permite la inmediatez de la imagen, la permanencia del momento, congelar en el tiempo lo que el ojo acaba de ver. La pintura obtiene la calidad de la fotografía instantánea y su presentación con el marco “polaroid” le da esa sensación de inmediatez, pero más allá de la parte técnica, la fotografía instantánea propone una carga emotiva mucho más fuerte que la de una fotografía normal, acrecienta la nostalgia por la fugacidad del momento en que fue tomada, remite directamente a un recuerdo mucho más distante, logrando precisamente el efecto necesario en la realización la imagen mnémica.

Existe una especie de ciclo en la presentación de la pintura con un marco de este tipo, “la polaroid sirve como registro de la vida cotidiana” Sontag S. (1973) en vista de que el recuerdo parte de una selección de un recuerdo determinado, registrado fotográficamente, llevado a la pintura y luego presentado nuevamente como una fotografía instantánea, esto daría como resultado un recuerdo instantáneo, la posibilidad de imprimir la imagen de un recuerdo si se le aplica una dosis de imaginación, esto sería la esencia comprobable de la imagen mnémica.


  Una imagen de polaroid siempre es un reencuentro nostálgico con el pasado, es lo que le da el carácter de instantáneo a la imagen del pasado. Lo que lo hace mas nostálgico aun es el hecho de la que marca Polaroid dejó de producir películas instantáneas para sus cámaras a mediados de la década del 200.

    Actualmente existe una tendencia viral que se ha puesto de moda, que es la utilización de filtros para fotografía digital que se mueve dramáticamente por las redes sociales como el facebook, instagram, twitter, tumblr, pinterest, flickr, entre otros. Lo que da a entender que la cantidad de imágenes que se comparten diariamente por internet carecen tanto de importancia, trascendencia y sentido que hay que darle esa connotación nostálgica del pasado para que tenga un punto de interés, que sugiera algo que no sea solo un momento cualquiera, con una cámara disponible fabricando imágenes que seguramente quedaran en el olvido sensible y digital. A través de esta propuesta se legitima la carga afectiva que produce una fotografía polaroid, creándola manualmente desde cero, como si yo mismo estuviera dentro una cámara Polaroid creando la imagen y revelandola con las manos. 

sábado, 8 de marzo de 2014

EL OLVIDO EN LA IMAGEN.


      El olvido es uno de los procesos importantes del sistema de la memoria, la desaparición progresiva de muchos recuerdos es una función mental necesaria ya que almacena registros necesarios o relevantes y elimina los menos importantes. El tiempo es un elemento fundamental ya que este incrementa la posibilidad de olvidar, en vista de que el cerebro se mantiene almacenando constantemente, el proceso va dejando una estela de recuerdos constantes que serán almacenados de acuerdo a su importancia, esto demuestra que nuestra relación con el pasado es dinámica y selectiva.

         la fotografía puede representar una herramienta contra el olvido, pero la pintura desplaza cualquier otra manifestación artística debido a su flexibilidad y a su capacidad de despojar la imagen de sus elementos mas precisos, es por esto que la construcción de las imágenes de mi pintura se basan principalmente en la presencia del olvido en la imagen del recuerdo, las imprecisiones, las pinceladas rápidas y los descuidos intencionales crean una atfósmera que pretenden establecer una imagen mas sensorial que fotográfica. 

        En la película de Michel Gondry (2004) Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, el personaje encarnado por Jim Carrey, obsesionado con la idea de borrar todo recuerdo de su ex novia Clementine Kruczynski Kate Winsley, recurre a una especie de tratamiento alternativo, parecido al electroshock, cuya acción creará en el personaje una difícil situación, debatiéndose entre la necesidad del olvido y la voluntad de su memoria.


            Dentro de las características de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, se relacionan elementos que dan cuenta de la fragilidad de la memoria: el uso de la arena, la nieve, el hielo a punto de fracturarse y la casa de playa que se cae a pedazos, constituyen una descripción temática de los recuerdos, frágiles, factibles de borrarse. Esta idea de la fragilidad de los recuerdos también se presenta mediante efectos digitales como son el borrado de personajes en la estación de trenes, los títulos de los anaqueles de libros que van desapareciendo, las páginas en blanco que Joel encuentra en su diario.


El olvido no es victoria

sobre el mar ni sobre nada
 más si es la forma velada
de burlarse de la historia,
para eso está la memoria
 que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido,
 no olvida el que finge olvido
 sino el que sabe olvidar”
Mario Benedetti
.

El miedo al olvido es uno de los motores que mueve la presente investigación, en vista de que el tiempo se convierte en un factor que va deteriorando y, muchas veces, desechando al recuerdo si este no se evoca constantemente, sobre todo cuando no existe un registro tangible de aquel acontecimiento. Es por esto que la legitimación del recuerdo a través de la pintura mnémica es fundamentalmente una proyección del olvido hacia la memoria, es decir, se está recordando la memoria del olvido. 

acrílico sobre tela
2013 





sábado, 1 de marzo de 2014

MEMORIA ASOCIATIVA EN LA PINTURA

La infancia siempre está cargada de lugares y momentos que sirven de “anclaje” en la memoria, estos espacios son legitimados de acuerdo a nuestras experiencias y conexiones con estos lugares, cada persona tiene manera de conectarse con un tiempo pasado a través de un espacio, en mi caso particular recuerdo la escuela primaria, un lugar que se ha transformado totalmente en los últimos años, sin embargo, estar en ese lugar activa una cantidad de recuerdos  que  están cronológicamente distantes, van llegando como una lluvia de imágenes en secuencia mientras la realidad sigue pasando al mismo tiempo sin perturbarse. También la casa de mi abuela en el barrio El Carmen de La Vega conserva muchas de las cosas y los espacios que acompañaron mi memoria, la calle interna, la quincalla, el abasto de compayó y ese conjunto de cosas que quedan impresas en los sentidos.

                Marcel Proust le dio forma al concepto de memoria asociativa, que consiste en construir un recuerdo a partir de algún elemento detectado por los sentidos, las magdalenas que comía en las meriendas le hacían reconstruir inmediatamente el recuerdo de la casa de su abuela y todos sus alrededores. En lo particular, me identifico con esta teoría en vista de que hay sabores que me llevan directamente a un momento del pasado, por ejemplo, la pasta de espinacas con queso me traslada directamente a la cocina de la casa de mi abuela, ese espacio acogedor frente a la cocina, con una luz tenue que se colaba en el ventanal alto de la casa, rodeado de primos y ese olor de de recuerdo amarillo.


                Intento mediante la pintura rescatar estos recuerdos, respetando claramente la forma en que el tiempo deteriora la imagen del recuerdo y transforma la estructura básica de la imagen de la memoria episódica, aquí presento una imagen de objetos cotidianos que han estado presentes, la vieja ollita del café, un producto comercial y un martillo, cosas así, sencillas y cotidianas, eso lo que está más propenso a ser olvidado, es lo que me interesa rescatar.